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La cúrcuma en el tratamiento contra el cáncer

Tratamiento contra el cáncer con curcumina

El cáncer es una enfermedad grave, que limita la vida de las personas a las cuales se suele tratar con quimioterapia. Los tratamientos de quimioterapia resultan tóxicos, no solamente a las células tumorales, sino también a las células normales, por lo cual sus efectos secundarios son numerosos. Además, estos tratamientos quimioterapéuticos pueden tener muchos otros usos más allá de la prevención contra el cáncer. Los medicamentos tradicionales a base de plantas, en general, carecen de efectos secundarios y suelen resultar más económicos. La curcumina, el extracto de la cúrcuma, pertenece a esta clase de medicamentos que son asequibles, seguros de usar y sin efectos secundarios de ningún tipo. Según los estudios realizados, la curcumina es capaz de matar las células tumorales y facilitar, de esta forma, el camino a la recuperación. Por otro lado, la curcumina (turmeric, en inglés) regula el crecimiento de las células del tumor con la regulación de múltiples vías de señal. La curcumina diferencia, al contrario que la quimioterapia, entre las células normales sanas y las células cancerígenas enfermas. Solo mata selectivamente las células del tumor y deforma las células afectas por el cáncer.

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¿Cómo diferencia la curcumina entre células cancerígenas y células sanas?

La curcumina produce unos efectos muy diferentes sobre las células normales, como linfocitos, hepatocitos, fibroblastos, timocitos, endoteliales y células epiteliales mamarias. Aunque de momento aún no se sabe con seguridad por qué la curcumina solamente mata las células afectas por el cáncer y no las normales, sí existen numerosas teorías basadas en las evidencias sobre su capacidad de diferenciación entre ambas células:

  • La asimilación celular de la curcumina en las células tumorales es más elevada que en las normales.
  • La curcumina está repartida entre la membrana de la célula y su núcleo, como máximo.
  • El nivel de glutatión en las células tumorales tiende a ser más bajo que en las normales. Esto incrementa la sensibilidad de las células tumorales frente a la curcumina.
  • La mayoría de las células tumorales excretan determinadas proteínas activas. Esto no lo hacen las normales.

En base a esta capacidad de diferenciación, la curcumina utiliza distintos mecanismos para matar las células cancerígenas malignas o para avanzar hacia la muerte celular. A través de los numerosos mecanismos que utiliza la curcumina para la inactivación, hay un efecto secundario positivo fundamental: las células no pueden desarrollar resistencias contra la cúrcuma. Por lo tanto, la muerte celular de las células cancerígenas, inducida por la curcumina, no conlleva efectos secundarios y es selectiva con respecto a las células.

Administración de curcumina junto con quimioterapia contra el cáncer

Las personas que, comprensiblemente, no confíen en un tratamiento a base de cúrcuma sola, por lo menos se pueden aprovechar de los efectos beneficiosos que tiene la curcumina, pues su efectividad sigue siendo la misma cuando se combina con los tratamientos quimioterapéuticos. Gracias a su propiedad de reducción de inflamaciones e hinchazones, así como de producción de radicales libres sin daños, favorece el tratamiento contra el cáncer cuando se administra paralelamente a la quimioterapia. La curcumina puede retardar la propagación de las células cancerígenas, reforzar la inmunidad antitumoral de las células y debilitar, asimismo, las células tumorales dañinas. Además, puede mantener las células sanas ante la radioterapia. O sea, la curcumina influye sobre la evolución de la enfermedad cancerosa y protege el sistema inmunitario en la lucha conta el cáncer de numerosas maneras. Sea cual sea la clase de cáncer que se padezca, el cuerpo siempre se esfuerza por encontrar el estímulo para llegar a un proceso de recuperación eficaz. Es por eso que muchos pacientes oncológicos se quejan de sentirse continuamente cansados. Cuando se está en esta situación, también la cúrcuma puede contribuir a poner en marcha distintos procesos metabólicos. Gracias a las propiedades antioxidantes que tiene, ayuda a expulsar más rápidamente los restos celulares muertos del cuerpo.

Estudios sobre curcumina y cáncer

De momento aún no han sido investigados todos los factores ni todas las formas de actuación de la curcumina sobre el cáncer, todos los tratamientos oncológicos ni tampoco cada una de las clases de cáncer. Sin embargo, sobre la curcumina sí existen múltiples investigaciones, por lo cual su aplicación es considerada segura. Se han llevado a cabo miles de ensayos y sus efectos secundarios han sido siempre prácticamente nulos. La aparición de ligeros problemas intestinales y estomacales está relacionada con las distintas formas de administración y puede variar en intensidad según cada persona, dependiendo de las enfermedades previas que padezca.

Los ensayos realizados sobre enfermedades carcinógenas suelen ser in vitro (o sea, son ensayos de laboratorio en los cuales no se utilizan a sujetos de estudio humanos). Se puede leer algún informe sobre determinados tratamientos llevados a cabo con éxito, pero cada paciente en particular debe decidir cuál es el nivel de gravedad de su enfermedad y las medidas que le gustaría tomar para luchar contra ella. Tal y como ha quedado demostrado en diversos estudios y por distintas experiencias relatadas, en cualquier caso, la posibilidad de tomar cúrcuma sola o como parte de un tratamiento es algo que es necesario valorar de forma realista y efectiva.

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Dosificación según las distintas clases de cáncer:

Cáncer de colon

Como la curcumina puede ser administrada oralmente, la sustancia activa puede actuar directamente sobre el tumor canceroso. Por esta razón, las dosis recomendadas no son elevadas. Según los ensayos realizados, la administración entre 0,5 g y 3,6 g es suficiente para que la curcumina esté presente y haga efecto sobre los tejidos tumorales y los tejidos de colon.

Cáncer de páncreas

Existen pocos ensayos clínicos sobre el carcinoma de páncreas, pero después de un tratamiento con 8 g de curcumina al día, el efecto beneficioso sobre la sangre ha sido considerado como anticancerígeno.

Cáncer de mama

Se ha realizado un pequeño ensayo clínico con catorce pacientes con cáncer de mama con metástasis. Las dosis se fueron incrementando de forma continua, desde 0,5 g hasta 6 g. El grupo de control, al que se administró placebo, obtuvo un nivel peor de tolerabilidad a la radioterapia.

Cáncer de huesos / mieloma múltiple / enfermedad de Kahler

El mieloma múltiple es una enfermedad tumoral maligna que pertenece a las enfermedades carcinógenas de huesos y de médula ósea. El profesor Bharat Aggarwal, del MD Anderson Cancer Center de Texas, un centro de referencia en la investigación sobre el cáncer, recomienda la administración de 3,2 g de curcumina al día en estos casos.

Neoplasia / cáncer de piel

Para las neoplasias se recomienda, además de la administración moderada de cúrcuma/curcumina en cápsulas, un tratamiento tópico con una pasta de curcumina, aceite de coco y agua. La piel coge el color de la curcumina.

Explicación de las dosificaciones / pruebas de tolerabilidad

El profesor Aggarwal, que ha publicado varios cientos de ensayos relacionados con el cáncer, en general recomienda seguir un plan semanal para la aceptación de la curcumina, con las siguientes dosis:

  1. Semana: 1 g curcumina al día. Si no se notan efectos secundarios, tomar en la
  2. Semana: 2 g curcumina al día. Si no se notan efectos secundarios, tomar en la
  3. Semana: 4 g curcumina al día. Si no se notan efectos secundarios, tomar en la
  4. Semana: 8 g curcumina al día. Continuar con esta dosis durante 5 semanas.

La agresividad del cáncer requiere estas dosis tan elevadas. Algunas personas tienen una fe ciega en el uso de la cúrcuma en forma de «leche dorada». Para prepararla, se utiliza exclusivamente cúrcuma, sin curcumina. Por lo tanto, con una dosis de apenas 1 g de cúrcuma, se toman tan solo 30-50 mg de curcumina aprox. Las dosis necesarias para alcanzar el efecto terapéutico deseado, con este volumen, no sería posible ingerirlas. Además, habría que añadir grasa a la cúrcuma, puesto que tanto la cúrcuma como la curcumina no son solubles en agua, sino solo en grasa. Los ensayos clínicos realizados han demostrado que una dosis de 12 g al día se puede clasificar como segura. Se realizó durante tres meses, tiempo durante el cual no se detectaron ninguna clase de daños.

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Estudios y fuentes:

– Curcumin and Cancer Cells: How Many Ways Can Curry Kill Tumor Cells Selectively? [Curcumina y células cancerígenas: ¿de cuántas formas puede el curry matar selectivamente las células cancerígenas?], de Jayaraj Ravindran, Sahdeo Prasad, and Bharat B. Aggarwal https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2758121/

– Curcumin inhibits proliferation, invasion, angiogenesis and metastasis of different cancers through interaction with multiple cell signaling proteins [La curcumina inhibe la proliferación, invasión, angiogénesis y metástasis de diferentes tipos de cáncer a través de la interacción con múltiples proteínas señalizadoras de células], de Ajaikumar B. Kunnumakkara, Preetha Anand, Bharat B. Aggarwal https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0304383508001936

– Curcumin and tumor immune-editing: resurrecting the immune system [Curcumina e inmunoedición de tumor: resucitando el sistema inmunitario], de Bose S, Panda AK, Mukherjee S, Sa G https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26464579

– Kurkuma [Cúrcuma], de Prof. Dr. Sigrun Chrubasik-Hausmann, Fachärztin für Allgemeinmedizin, Zusatzausbildung in Naturheilverfahren und spezieller Schmerztherapie, Bereich Phytotherapie im Institut für Rechtsmedizin der Universität Freiburg im Breisgau

https://www.uniklinik-freiburg.de/fileadmin/mediapool/08_institute/rechtsmedizin/pdf/Addenda/2016/Kurkuma_-_Wissenschaftliche_Zusammenfassung_2015.pdf


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